Hay
flores en la mano izquierda,
frágil
belleza con sol no se pierda,
porque
son para regalar,
quiero
pedirte perdón
y
no sé cómo empezar…
Como
hijo con su madre
mi
corazón hoy se abre.
Sin
mentir, debo confesar,
nacieron
allí mismo,
no
las hubiera podido arrancar.
Saber
que a cada año
se
te acaba el verde paño,
trasegando
en ti pienso,
corta
se hace la caminata,
debe
alcanzarme el tiempo.
Hay
flores en la mano izquierda
su
frágil belleza con sol no se pierda…
Espero
cuando mi vida al acabar
crezcan
flores en mis manos,
porque
son para regalar.